Hoy como cada año el alumnado vuelve a las aulas y son muchos los progenitores que, por tanto, vuelven a su rutina durante el curso. Empiezan los buenos propósitos y las ganas de hacerlo todo de golpe. Como ya he dicho muchas veces, las prisas nunca son buenas consejeras en materia de salud. Y entonces, ¿qué podemos hacer?
En este pequeño artículo os dejo algunos consejos para empezar a cuidarse y no morir en el intento:
- Organización
Hacer un menú semanal y distribuir las distintas ingestas según el modelo del plato saludable de Harvard puede ser de gran utilidad.
Hacer una lista de la compra y priorizar el producto fresco o la “fast food saludable” (los que me vienen a visitar por aquí de vez en cuando ya sabe a que me refiero).
Aplicar las técnicas nutricionales del “Batch cooking” cuando vamos muy pillados de tiempo durante la semana también puede ser de gran interés.
- Hidratación
Cuando bajan las temperaturas beber agua a veces se nos olvida. Llevar una botella de agua con nosotros o poner recordatorios puede hacernos esta tarea más fácil.
- Movimiento
Como cada año, los gimnasios y la “Ruta del colesterol” (los Ourensanos saben a qué me refiero) se llenan de gente en septiembre y enero. Lo raro, es que se mantengan con el mismo volumen pasados dos meses. Empezar poco a poco, afianzar una rutina de dos o tres días a la semana y contar con la ayuda de un profesional, puede ser la clave para conseguir nuestros objetivos.
- Tiempo para nosotros, evitar el exceso de actividades
Dejar unos minutos al día para invertir en algo que nos guste, ya sea meditar, cocinar, leer un libro, escuchar música, quedar con amigos… Nos va a relajar y hará que enfrentarse a los nuevos retos del curso sea una tarea más fácil.
En resumen, como en todo, tratar de mantener la calma y hacer las cosas despacito y con buena letra será la clave del éxito.
Espero que estos consejos os hayan servido de ayuda y si aun así, os sentís perdidos o perdidas no dudéis en poneros en contacto con nosotros.